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En la gestión que realizamos del Punto de Información al Consumidor especializado en Vivienda (PIC) del Ayuntamiento de Zaragoza hemos detectado la existencia de serios problemas habitacionales entre la población de mayor edad
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Hemos visto como muchas personas mayores que viven en régimen de alquiler no disponen de pensiones suficientes, situación que les lleva a compartir vivienda con otras personas mayores en circunstancias similares
Desde la Unión de Consumidores de Aragón hacemos un llamamiento a las instituciones públicas para que tomen conciencia de los problemas de vivienda de la población mayor, que en muchos casos se ven abocados a situaciones de especial vulnerabilidad. Según hemos podido detectar en la gestión del PIC Vivienda del Ayuntamiento de Zaragoza, existen en la localidad muchas personas mayores que viven en régimen de alquiler compartido con otros mayores, que cuentan con pensiones escasas que les impiden acceder a viviendas adaptadas a su situación de salud y movilidad.
Tal y como hemos podido detectar en nuestra labor de la gestión del Punto de Información al Consumidor especializado en Vivienda de Zaragoza (PIC Vivienda), en nuestra sociedad, hay muchas personas mayores que disponen de vivienda en propiedad y con una capacidad adquisitiva que les permite vivir tranquilamente o de manera desahogada fruto del trabajo realizado durante su vida laboral.
Sin embargo, hemos visto que hay otras personas que no disponen de vivienda en propiedad, y que su pensión de jubilación o de viudedad es más escasa.
Mayores que se ven forzados a vivir de alquiler compartido
En la Unión de Consumidores de Aragón, dado que gestionamos el Punto de Información al Consumidor especializado en Vivienda del Ayuntamiento de Zaragoza, atendemos numerosas consultas de personas que viven en régimen de alquiler.
En los últimos meses estamos detectando, en relación con los contratos de alquiler de vivienda, que cada vez hay más personas mayores que, por circunstancias de la vida, no disponen de una casa en propiedad, y que sus ingresos por la pensión de jubilación o de viudedad son escasos. Una situación que les lleva a vivir de alquiler, bien en sea en una vivienda o en habitaciones en pisos compartidos.
El precio de la vivienda impide a muchos mayores vivir dignamente: sin ascensor y sin calefacción
La escasez en el mercado de viviendas de alquiler y el elevado precio de la renta, ya sean de vivienda o de habitaciones, impide a las personas mayores vivir dignamente. Muchos tienen que solicitar ayuda a familiares, si los tienen, para poder pagar el alquiler, e incluso para encontrar una vivienda que disponga de ciertos servicios, como ascensor y calefacción.
Todo ello teniendo en cuenta que, según nos hacemos más mayores, los problemas de salud y movilidad son, generalmente, cada vez mayores y más graves.
El aviso de fin de contrato y el comienzo de los problemas para encontrar vivienda adaptada a las circunstancias de salud y movilidad
Sobre todo, estamos atendiendo a personas mayores en nuestra oficina tras la recepción de la notificación del arrendador en la que les comunica la finalización del contrato, bien por finalización de las prórrogas forzosas o tácitas.
Y ahí es cuando surge un grave problema para estas personas, ya que se enfrentan a la escasez de pisos de alquiler, rentas de alquiler elevadas, y pisos que no disponen de servicios indispensables dada su edad y su estado de salud, como el ascensor y la calefacción, además de tener que afrontar el coste económico y emocional de una mudanza.
Por tanto, aunque podamos pensar que el problema de acceso a la vivienda es casi exclusivamente de las personas jóvenes, esta problemática se está detectando cada día más en las personas mayores.
Plan Estatal de Vivienda 2022-2025: faltan ayudas específicas para personas mayores
En el Plan Estatal de Vivienda 2022-2025, existen programas de ayudas a la vivienda:
- El Programa 9, es el destinado a fomentar la promoción de viviendas o de su rehabilitación para destinarlas durante un plazo mínimo de 40 años al alquiler o la cesión de uso para personas mayores o con discapacidad, disponiendo de instalaciones y servicios comunes adaptados, pero, hoy en día son escasas o nulas las viviendas que se construyen o rehabilitan a través de este programa en Aragón.
- El programa 2, es el relativo a las ayudas al alquiler, para facilitar el acceso y la permanencia en una vivienda en régimen de alquiler a sectores de población con escasos medios económicos. Si bien, en este programa entran toda la tipología de personas con escasez de recursos económicos, pero no está enfocado a la atención primordial de personas mayores que viven de alquiler
- El Programa 3, es el relativo a las ayudas a las víctimas de violencia de género, personas objeto de desahucio de su vivienda habitual, personas sin hogar y otras personas vulnerables. Este programa tampoco está enfocado para atender primordialmente las necesidades de personas mayores.
- Y el Programa 4 es el destinado a facilitar el disfrute de una vivienda digna y adecuada a los jóvenes de menos de 35 años, ya sea en régimen de alquiler mediante una ayuda directa a la adquisición de viviendas localizadas en municipios de menos de 5000 habitantes.
En la Unión de Consumidores de Aragón, echamos en falta un programa de ayudas destinadas de manera especifica al sector de población de las personas mayores y/o con discapacidad, tanto en el programa estatal de vivienda como en las ayudas que CCAA y municipios puedan destinar con fondos propios a este sector de población.
Únicamente el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), dispone de un complemento para titulares de pensiones no contributivas que residan en una vivienda alquilada, y que cumplan los requisitos para ello, siendo el complemento para 2023 de 525€/año.
Llamamiento de UCARAGÓN a las instituciones: tomen conciencia del problema habitacional de las personas mayores
Por ello, desde la Unión de Consumidores de Aragón instamos al Gobierno de España, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos para que sean conscientes del problema que sufren numerosas personas mayores, que por sus circunstancias económicas viven en una vivienda de alquiler o en pisos compartidos por habitaciones y que, con el importe de su pensión, no pueden hacer frente al pago de la renta, o ante la situación de tener que cambiar de vivienda, no encuentran pisos que se adapten a su situación de salud, movilidad y de carácter económico, ni disponen de ayudas económicas específicas que ayuden a paliar su situación.