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Ahora que los precios puede que se estén estabilizando, los incrementos de los ingresos de los ciudadanos se han quedado muy atrás
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España tiene la tasa de inflación más baja de la Eurozona y parece probable que siga bajando
Por Manuel Moreno Rojas, economista colaborador de UCARAGÓN
El INE ha dado el dato adelantado del IPC de febrero, un incremento del IPC del 1% mensual lo que deja la inflación anual en el 6,1% como indicador adelantado. No es un buen dato. De hecho, se incrementa la inflación del 5,9% del mes pasado en dos décimas. No obstante, sin ser un buen dato, puede que no sea tan malo como puede parecer.
La razón está en la forma del cálculo del IPC que hace el INE. Se dan muchos datos, pero, a nivel global, dos fundamentales, la tasa de variación mensual y la tasa de variación anual. En este aspecto, la subida de febrero del 1% mensual rompe una tendencia de estabilidad de precios mantenida desde julio. Así, los precios de julio a enero descendieron un 0,5%, con el incremento actual, los precios desde julio han subido un 0,49%.
En todo caso, España tiene la tasa de inflación más baja de la Eurozona y parece probable que sigan bajando. El mes que viene el IPC podría descender por debajo 4,5%, incluso por debajo del 4%. Posteriormente, es posible que veamos cómo se estabiliza en estos números con un ligero repunte terminando en junio en torno al 2,5% o menos. Todo ello, conforme deje de contarse lo peor de la subida que se produjo hace un año con la invasión de Ucrania.
El problema ahora es que los precios puede que se estén estabilizando, pero los incrementos de ingresos de los ciudadanos se han quedado muy atrás. Es imprescindible, que estos ingresos crezcan de forma que se recupere el poder adquisitivo que se ha perdido. Especialmente los de las rentas más bajas, las que más parte de sus ingresos dedican a las «bestias negras» de esta escalada de precios: alimentos, carburantes, energía.
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