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El Banco Central Europeo marca la estabilidad de precios en un IPC del 2%: España es la primera de las economías llamadas «grandes» de la UE que lo logra
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La crisis inflacionista ha terminado, es el momento de reconstruir las economías familiares aquejadas por la pérdida de poder adquisitivo
Por Manuel Moreno Rojas, economista colaborador de UCARAGÓN
Con el dato del IPC adelantado de junio de un 1’9% interanual se confirma el final de la crisis inflacionista en España. El Banco Central Europeo (BCE) marca como un IPC del 2% la estabilidad de precios, por lo que España se convierte en la primera de las economías llamadas «grandes» de la Unión Europea (UE) en lograrlo superando por mucho a Francia, Alemania o Italia con IPCs muy por encima de España. Es más, según criterios europeos, el IPC armonizado sería todavía inferior, en torno al 1,6%.
Respecto al futuro, julio, tradicionalmente ha sido un mes deflacionista y ya lo fue en año pasado por lo que nos podemos encontrar con un IPC moviéndose en este entorno del 1’5-2 con más posibilidades de reducciones. Habrá que ver cómo afectan los precios del ocio y turismo así como la previsible subida de los precios de los carburantes por la campaña veraniega. Además, no hay que olvidar que nos llevaremos algún «susto» ya que el IPC mensual varía mucho a lo largo del año lo que puede llevar a datos estadísticamente muy negativos o positivos. Por ejemplo, Julio es bueno por el efecto de las rebajas pero agosto, septiembre y octubre no lo son.
Obviamente, los datos pueden modificarse por elementos no previstos, pero, cada vez es más evidente que la crisis inflacionista ha terminado. Estamos en campaña electoral y no se debería utilizar la inflación como excusa para determinadas políticas. Así mismo, habría que reconocer el efecto que las políticas implementadas han tenido para este control.
Por lo tanto, es el momento de reconstruir las economías familiares aquejadas por la pérdida de poder adquisitivo. Recordamos las propuestas más importantes:
- Hay que incrementar los salarios y otras rentas de las familias para que puedan recuperar el poder adquisitivo perdido por la crisis. Los costes laborales unitarios crecieron en el primer trimestre en torno al 3%, entre un punto y dos menos que Alemania, Francia o Italia con inflaciones mucho más altas. Es decir, hay mucho margen de subida todavía.
- Hay que detener las subidas de los tipos de interés. Ya no son necesarias. Las subidas de tipos aumentan los costes de los préstamos, especialmente los hipotecarios, reduciendo la renta disponible para las familias.
- Vigilar y actuar sobre la subida del precio de los alimentos. Los precios de la energía ya no son el problema y sí lo son los de los alimentos. Es el peor dato ya que afectan mucho más a las economías más modestas con efectos, incluso, en la salud pública al alterar la dieta. Además, se moderan con mucha mayor lentitud.