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Los carburantes y la electricidad nos dan un susto en el mes de septiembre
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Una subida inesperada e inoportuna del IPC que pone en peligro las expectativas de bajada de tipos de interés a corto plazo y que mantendrá los recibos de las hipotecas en niveles altos
Por José Ángel Oliván, presidente de UCARAGÓN
Aunque la inflación subyacente sigue amortizando sus subidas del año pasado y vuelve a bajar este mes, la subida general pone en peligro los objetivos de inflación previstos para el año 2023. El fin de las vacaciones no ha supuesto una bajada de los carburantes que suben arrastrados por los precios internacionales, que se aplican rápidamente en el precio al consumidor y por la subida del precio de la electricidad, inesperado y que tiene una enorme repercusión en el resto de precios. Repercusión que se irá notando en los próximos meses.
Si la baja inflación de los meses pasados inclinaba a pensar en una relajación de la política de tipos de interés del Banco Central Europeo, el dato de septiembre aleja esta posibilidad. Continuaremos pues en tipos altos en las hipotecas al menos en los próximos trimestres.
A esta situación se añade las previsiones de incrementos en los precios públicos gestionados por las administraciones locales, que están aprovechando el inicio de la legislatura para elevarlos lejos ya de las presiones electorales.
Nos aventuramos pues a anunciar unos meses delicados para los bolsillos de las familias españolas. La situación de gobierno en funciones tampoco ayuda a que se pongan en marcha medidas para limitar este efecto inflacionista, por lo que sería deseable una pronta resolución de la incertidumbre respecto al Gobierno de España.