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Un 17% de la producción total de alimentos se desperdicia cada día, lo que traduce en toneladas de productos que acaban en el cubo de la basura
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La pérdida y desperdicio alimentario se produce en un planeta en el que más de 800 millones de personas pasan hambre cada día
Ajustar las raciones o pesar los alimentos son parte de los consejos que desde la Unión de Consumidores de Aragón queremos ofrecer con motivo del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y Desperdicio de Alimentos, que se celebrará el próximo 29 de septiembre de 2022. Un problema mundial que lleva a la pérdida de miles de toneladas diarias de alimentos en un contexto en el que, según señala UNICEF, más de 800 millones de personas pasan hambre en planeta.
El día 29 de septiembre se celebra el Día internacional de Concienciación sobre la Pérdida y Desperdicio de Alimentos, con el fin de concienciar a la población mundial sobre la paradoja de la pérdida de miles de toneladas diarias de alimentos en un planeta en el que millones de personas pasan hambre. Un desperdicio que, además, es un grave peligro para los recursos naturales y el medio ambiente.
Según se estima desde Naciones Unidas (ONU), cerca del 14 % de los alimentos producidos se pierden entre la cosecha y la venta minorista. A ello se suma el hecho de que aproximadamente el 17 % de la producción total de alimentos se desperdicia (11 % en los hogares, 5 % en los servicios de comidas y 2 % en el comercio al por menor).
La pérdida y el desperdicio de alimentos implica un desperdicio del trabajo, del esfuerzo, de la inversión y de los recursos (agua, pienso, semillas…) utilizados en la producción y elaboración de alimentos. También supone un incremento valdío del gasto en transporte que aumenta la emisión de gases de efecto invernadero y contribuye al cambio climático.
¿Cuál es la diferencia entre pérdida y desperdicio de alimentos?
La parte de alimentos que se pierde desde el origen hasta el nivel minorista excluido se denomina como pérdida de alimentos.
La parte de alimentos que se desperdicia en el nivel minorista o en el consumidor se denomina desperdicio de alimentos.
Las pérdidas y el desperdicio de alimentos se producen en todos los eslabones de la cadena alimentaria, en el campo, en las granjas, en las industrias de transformación, en la fase de distribución, en los comedores escolares y restaurantes y en las casas de los propios consumidores. Por tanto, es indispensable que todos los intervinientes en la cadena alimentaria -desde el origen hasta el consumidor en casa- se impliquen en reducir la perdida y desperdicio de alimentos.
La actual crisis económica que estamos padeciendo a nivel mundial debe ser el punto de inflexión de todos los eslabones de la cadena alimentaria para evitar la pérdida y el desperdicio de alimentos, y nosotros como consumidores debemos cambiar nuestros hábitos y costumbres para evitar el desperdicio en nuestros hogares y conseguir ahorrar en el presupuesto familiar.
¿Qué podemos hacer los consumidores para evitar el desperdicio de alimentos?
Prepárate antes de ir a comprar
- Antes de ir a la compra revisa la despensa, el frigorífico y el congelador.
- Fija el presupuesto que puedes destinar a la compra de alimentos.
- Planifica semanalmente el menú para ajustar las compras, sobre todo en los productos perecederos.
- Elabora una lista con los productos que necesitas comprar, evitando las compras compulsivas.
- Comprueba si hay alimentos de oferta que puedes almacenar en la despensa o congelar.
- Ajusta las raciones a la cantidad que ingiere cada una de las personas en el hogar.
- Antes de cocinar, pesa las cantidades para que no sobre.
Cadena de frío, conservación y etiquetado
- Respeta la cadena del frío desde el establecimiento hasta que llega a nuestra casa, con el fin de garantizar la seguridad y la salud. A mayor frío, mayor seguridad.
- Lee el etiquetado de los alimentos, para saber cómo deben conservarse.
- Fíjate en la fecha de consumo preferente: fecha hasta la cual el producto alimenticio mantiene sus propiedades específicas en condiciones de conservación apropiadas.
- Fíjate en la fecha de caducidad: se indica en productos muy perecederos, y se fija hasta el momento en el que un alimento se puede consumir de forma segura, siempre que se sigan las indicaciones del fabricante en cuanto a conservación y uso.
- Conserva los alimentos en recipientes adecuados y a la temperatura óptima.
- Si no se come todo lo que preparas, puedes congelarlo para consumir más adelante o utilizar las sobras como ingrediente de otras comidas (purés, croquetas, mermeladas…)
Menús saludables y con productos Km 0
- Prepara menús saludables y nutritivos basados en la dieta mediterránea, evitando el consumo de productos ultra procesados.
- Compra productos de proximidad (conocidos como de Km 0), apoyando a los productores locales. Así se reduce también la contaminación y los costes de transporte.
- Puedes utilizar residuos de alimentos para hacer compost casero.
Audita los alimentos que has tirado a lo largo de una semana
- Durante una semana, pesa o estima diariamente los alimentos que, pudiendo haber sido aprovechados, los has tirado a la basura. Por ejemplo, restos de comida preparada y restos en el plato, comida que ha caducado o se ha echado a perder. No contabilices partes no comestibles como cáscaras, huesos…
- Multiplica el resultado semanal por 4 para conocer la cantidad de alimentos desperdiciados en un mes, y por 52 para la cantidad desperdiciada anualmente.
- Presta atención a la cantidad y tipo de alimentos desperdiciados según los principales motivos que los produzcan.
- Tras la primera auditoría, piensa y aplica medidas para reducir el desperdicio alimentario
- Compara tus resultados realizando una segunda auditoría al cabo de dos semanas.
Depende de nosotros cambiar nuestros hábitos y costumbres para evitar el desperdicio alimentario.
¡ES MOMENTO DE PASAR A LA ACCIÓN!
Campaña de promoción de la Economía Circular: Reducir el desperdicio alimentario